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adrienne rich. dos: movimiento

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Dos: movimiento

Viejo camino retorcido que se curva hacia la luz del océano
Hablando de ángulos de visión     movimientos     un tulipán
        negro o rojo abriéndose
Tiempos de caminar por las calles     pensando
no en Me he unido a un movimiento sino en  Estoy entrando
        en esta profunda corriente
Parte de mi vida disuelta tras de mí      un terror con el cual no
        no podía nadar
parte de mi vida esperándome     una parte para la que no tenía
        palabras
Necesito vivir por entero cada día     tenerlos y conocerlos a todos
aunque desde aquí puedo ver dónde estaré al final.

                             *     *     *

¿Cuándo una vida se inclina hacia la libertad? ¿toma su dirección?
¿Cómo sabes que no estás dando rodeos en pálidos sueños,
         nostalgia, estancamiento,
sino entrando en esa profunda corriente     malaquita, colorado
exigiendo toda tu fuerza dondequiera la encuentres
tu paciencia y tu trabajo
el deseo enfrentado a la inversión del deseo
toda la fortaleza de tu mente?
Quizás a través de un maestro:     alguien con hechos con
          números con poesía
que escribió en la pizarra:     EN CADA GENERACIÓN LA
         ACCIÓN LIBERA NUESTROS SUEÑOS.
Quizás un estudiante:     una mente desplegada como una
         peonía rojinegra
capullo trunco, apagado en por cientos, desertor
-Tus diarios Patricia:      tus poemas Douglas:      pero los golpes
         repetidos
en espinazos cuya esperanza eras tú, en el tuyo:
ver esa extinción y decidir.
-Y ahora ella vuelve el rostro radiante hacia la nueva mañana
          en la nueva aula
nueva en su belleza su piel sus pestañas su vivaz cuerpo:
La raza, la clase… todo eso… ¿acaso no es sólo historia?
¿No se aburre la gente con todo eso?

Ella podría ser

yo misma a los diecinueve años     pero libre de reverencia
         hacia ideas pasadas
ignorante de las esperanzas que se acumulan sobre ella      Es
         una sirena
momentáneamente precipitada de una solución
que podría detener su corazón      Ella podría nadar o hundirse
como un hermoso cristal.


Adrienne Rich, Baltimore, 1929- Santa Cruz, 2012
de Inscripciones
en Oscuros Campos de la República, Poemas 1991-1995, Editorial Norma, Barcelona, 1999
Traducción de Jorge Yglesias

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adrienne rich. una marca de resistencia



Una marca de resistencia
Apilo piedra a piedra
el montón de mis propósitos
con el peso del mediodía en mi espalda,
expuesta y vulnerable
a través de los campos que bajan
que amo, pero que no puedo salvar
de las inundaciones por venir;
solo puede asegurarlos
con el trabajo de mis manos,
estas piedras ensambladas
con dolor, en forma de nada
que haya existido antes alguna vez.
Una pila de piedras: una aseveración
de que este pedazo de país importa
por razones grandes y simples.
Una marca de resistencia, un signo.
Adrienne Rich, Baltimore, 1929- Santa Cruz, 2012
De The Fact of a Doorframe- Poems, Selected and New, 1950-1974, W.W. Norton & Co., New York, 2002
Versión ©Silvia Camerotto
A Mark of Resistance
Stone by stone I pile
this cairn of my intention
with the noon’s weight on my back,
exposed and vulnerable
across the slanting fields
which I love but cannot save
from floods that are to come;
can only fasten down
with this work of my hands,
these painfully assembled
stones, in the shape of nothing
that has ever existed before.
A pile of stones: an assertion
that this piece of country matters
for large and simple reasons.
A mark of resistance, a sign.

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adrienne rich. traducciones



Traducciones
Me muestras los poemas de una mujer
de mi edad o quizás más joven
traducidos de tu lengua
Hay algunas palabras: enemigo, horno, dolor
que alcanzan para saber
que es una mujer de mi tiempo
obsesionada
por el Amor, nuestro tema:
lo hemos guiado como a la hiedra en nuestros muros
horneado como pan en nuestras cocinas
cargado como plomo en nuestros tobillos
mirado con binoculares como si
fuese un helicóptero
trayendo alimento a nuestra hambre
o el satélite
de un poder hostil
Comienzo a imaginar a esa mujer
haciendo cosas: revolviendo el arroz
planchando una falda
tipeando un texto hasta la madrugada
tratando de llamar
desde una cabina
en el cuarto de un hombre
el teléfono suena sin que conteste
y lo oye diciéndole a alguien
no importa. se cansará
lo oye contándole su historia a la hermana
que se vuelve enemiga
y que a su tiempo
iniciará su propio camino hacia el dolor
ignorando el hecho de que ese camino de sufrimiento
es compartido, innecesario
y político.
1972
Adrienne Rich, Baltimore, 1929- Maryland, 2012
de Diving into the Wreck, W.W. Norton & Co., New York, 1973
Versión ©Silvia Camerotto
Translations

You show me the poems of some woman
my age, or younger
translated from your language
Certain words occur: enemy, oven, sorrow
enough to let me know
she’s a woman of my time
obsessed
with Love, our subject:
we’ve trained it like ivy to our walls
baked it like bread in our ovens
worn it like lead on our ankles
watched it through binoculars as if
it were a helicopter
bringing food to our famine
or the satellite
of a hostile power
I begin to see that woman
doing things: stirring rice
ironing a skirt
typing a manuscript till dawn
trying to make a call
from a phonebook
the phone rings unanswered
in a man’s bedroom
she hears him telling someone else
never mind. she’ll get tired—
hears him telling her story to her sister
who becomes her enemy
and will in her own time
light her own way to sorrow
ignorant of the fact this way of grief
is shared, unnecessary
and political

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adrienne rich. cartografías del silencio

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Cartografías del silencio
 1.
Una conversación comienza
con una mentira, y cada
hablante de la supuesta lengua común siente
cómo los témpanos se parten, se separan
impotentes, como si se enfrentaran
a una fuerza de la naturaleza.
Un poema puede comenzar
con una mentira. Y romperse.
Una conversación tiene otras leyes
se recarga con su propia
energía falsa, no se puede romper.
Se mete en nuestra sangre. Se repite a sí misma.
Inscribe con su estilete no retornable
el aislamiento que niega.
2.
La emisora de música clásica
suena hora tras hora en el departamento
levantar y levantar
y otra vez levantar el teléfono.
Las sílabas que dicen
el viejo guión sin parar.
La soledad del mentiroso
que vive en la red formal de la mentira
girando el dial para ahogar el terror
debajo de la palabra no dicha.
3.
La tecnología del silencio
los rituales, la etiqueta
la confusión de los términos
silencio no ausencia
de palabras o música o incluso
sonidos en bruto.
El silencio puede ser un plan
ejecutado con rigor
la trama de una vida.
Es una presencia
tiene una historia una forma.
No lo confundas
con cualquier tipo de ausencia.
4.
Qué calmas, qué inofensivas comienzan
a parecerme estas palabras
aunque iniciadas en el dolor y la ira.
¿Puedo atravesar esta película del abstracto
sin herirme a mí misma o a ti?
Hay suficiente dolor acá.
¿Es esta la razón por la que suena la emisora clásica o la de jazz?
¿Para dar sentido a nuestro dolor?
5.
El silencio se desnuda:
en la Pasión de Juana de Dreyer.
el rostro de Falconetti, el pelo rapado, una gran geografía
examinada en silencio por la cámara.
Si hubiese una poesía donde esto pudiera ocurrir
no como espacio en blanco o como palabras
estiradas como una piel sobre los significados
de una noche en la que dos personas hablaron hasta el amanecer.
6.
El grito
de una voz ilegítima
ha dejado de oírse, por lo tanto
se pregunta a sí mismo
¿Cómo existo?
Este era el silencio que quería romper en ti
Tenía preguntas pero no respondiste.
Tenía respuestas pero no las podía usar.
Es inútil para ti y quizás para los demás.
7.
Era un tema antiguo incluso para mí:
El lenguaje no puede todo:
escríbelo con tiza en las paredes de los mausoleos
donde yacen los poetas muertos
Si  cuando el poeta quiere el poema
pudiera convertirse en algo:
un ala de granito al descubierto, una cabeza en alto
encendida por el rocío
Si pudiera simplemente mirarte a la cara
con ojos vacíos, sin dejar que te des vuelta
hasta que tú, y yo que quiero hacer esto,
fuéramos iluminados al fin por su mirada.
8.
No. Déjame tener esta tierra,
estas pálidas nubes adustas y persistentes, estas palabras
moviéndose con precisión feroz
como los dedos de un niño ciego
o la boca del recién nacido
violenta de hambre.
Nadie puede darme, hace tiempo
adopté este método
así como el salvado que cae de la bolsa de red
o de la llama del mechero que se volvió pobre y azul
Si de vez en cuando envidio
la anunciación pura a simple vista
la visio beatifica
si de vez en cuando anhelo convertirme
en el hierofante eleusino
que sujeta una única espiga de cereal
para el regreso al mundo concreto y eterno
que en realidad sigo eligiendo
son estas palabras, estos susurros, conversaciones
donde la verdad se vuelve verde y húmeda una y otra vez.
Adrienne Rich, Baltimore, 1929 – Santa Cruz, 2012
De Cartographies of Silence, Kore Press, Tucson, 1996
Versión © Silvia Camerotto
Cartographies of Silence
 1.
A conversation begins
with a lie. and each
speaker of the so-called common language feels
the ice-floe split, the drift apart
as if powerless, as if up against
a force of nature.
A poem can begin
with a lie. And be torn up.
 
A conversation has other laws
recharges itself with its own
false energy, cannot be torn up.
Infiltrates our blood. Repeats itself.
 
Inscribes with its unreturning stylus
the isolation it denies.
 
2.
The classical music station
playing hour upon hour in the apartment
the picking up and picking up
and again picking up the telephone
The syllables uttering
the old script over and over
The loneliness of the liar
living in the formal network of the lie
twisting the dials to drown the terror
beneath the unsaid word
3.
The technology of silence
the rituals, etiquette
the blurring of terms
silence not absence
of words or music or even
raw sounds.
Silence can be a plan
rigorously executed
the blueprint of a life.
It is a presence
it has a history a form.
Do not confuse it
with any kind of absence.
4.
How calm, how inoffensive these words
begin to seem to me
though begun in grief and anger.
Can I break through this film of the abstract
without wounding myself or you?
There is enough pain here
This is why the classical or the jazz music station plays?
to give a ground of meaning to our pain?
5.
The silence strips bare:
In Dreyer’s Passion of Joan
Falconetti’s face, hair shorn, a great geography
mutely surveyed by the camera.
If there were a poetry where this could happen
not as blank space or as words
stretched like skin over meanings
of a night through which two people have talked till dawn.
 
6.
The scream
of an illegitimate voice
it has ceased to hear itself, therefore
it asks itself
How do I exist?
This was the silence I wanted to break in you
I had questions but you would not answer.
I had answers but you could not use them
The is useless to you and perhaps to others.
7.
It was an old theme even for me:
Language cannot do everything-
chalk it on the walls where the dead poets
lie in their mausoleums
If at the will of the poet the poem
could turn into a thing
a granite flank laid bare, a lifted head
alight with dew
If it could simply look you in the face
with naked eyeballs, not letting you turn
till you, and I who long to make this thing,
were finally clarified together in its stare.
8.
No.
 Let me have this dust,
these pale clouds dourly lingering, these words
moving with ferocious accuracy
like the blind child’s fingers
or the newborn infant’s mouth
violent with hunger
No one can give me, I have long ago
taken this method
whether of bran pouring from the loose-woven sack
or of the bunsen-flame turned low and blue
If from time to time I envy
the pure annunciation to the eye
the visio beatifica
if from time to time I long to turn
like the Eleusinian hierophant
holding up a single ear of grain
for the return to the concrete and everlasting world
what in fact I keep choosing
are these words, these whispers, conversations
from which time after time the truth breaks moist and green.

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adrienne rich. tres: orígenes


Tres: orígenes

Puntos decisivos. A todos nos gusta oír hablar de ellos.

Puntos en un gráfico.
Conversiones repentinas. Vaivenes históricos. Una especie
de estructura dramática.
Pero una vida no se manifiesta de esa forma   se mueve
en espirales   por caminos zigzagueantes hilados sin conexión
alrededor del promontorio entre una ladera y otra
una isla hacia la otra
El saber de un niño   el olvido de un niño   mantente pueril
hasta encontrarlos   reflejados y resonando   en alguna otra parte
No me preguntes cuándo aprendí a amar
No me preguntes cuándo aprendí a temer
Pregunta por el tamaño de las habitaciones   cuántos vivían en ellas
   qué más contenían las habitaciones
   qué susurros de las historias de la piel

¿Por ti he de simplificar mi vida?

Las Mujeres Confederadas de Maryland
en su pedestal de granito y sangre seca grabaron 
EN LA DIFICULTAD Y EN EL PELIGRO
«VALIENTES EN EL HOGAR»
-palabras que un niño puede deletrear
de pie sobre la hierba fresca y húmeda tupida de hojas
amarillas
mujeres monumentales vendando hombres heridos
Juana de Arco en un libro   una campesina con armadura
Mussolini   Amelia Earhart   el Presidente en la radio
-lo que se enseña, lo que por azar se escucha

Adrienne Rich, Baltimore, 1929 – Santa Mónica, 2012 

de Inscriptions, en Oscuros campos de la república, Editorial Norma S.A., Colombia, 1995
Edición al cuidado de Claudia Cadena Silva
imagen de Carles Gomila© – Timeless, en Uno de los nuestros

Three: origins


Turning points. We all like to hear about those. Points on  a

graph. 
Sudden conversions. Historical swings. Some kind of
dramatic structure.
But a life doesn’t unfold that way  it moves
in loops  by switchbacks loosely strung
around the swelling of one hillside toward another
one island toward another
A child’s knowing  a child’s forgetttin  remain childish
till you meet them  mirrored and echoing  somewhere else
Don’t ask me when I learned love
Don’t ask me when I learned fear
Ask about the size of rooms   how many lived in them
what else the room contained
what whispers of the histories of skin

Should I simplify my life for you?

The Confederate Women of Maryland
on their dried-blood granite pedetasl incised
IN DIFFICULTY AND IN DANGER…
«BRAVE AT HOME»
-words a child could spell out
standing in wetgreen grass stuck full of yellow leaves
monumental women bandaging wounded men
Joan of Arc in a book  a peasant in armor
Mussolini   Amelia Earhart   the President on the radio
-what’s taught, what’s overheard

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adrienne rich. en un aula


En un aula
Hablando de poesía, con los brazos
llenos de  libros que llevo hasta la mesa donde las cabezas
se inclinan o levantan la vista, escuchando, leyendo en voz alta,
hablando de consonantes, de elisión,
atrapadas en el cómo, olvidando el por qué:
miro tu cara, Jude,
ni frunces el ceño ni asientes,
opaca entre las motas de polvo sobre la mesa:
una presencia como una piedra, si una piedra pensara
lo que yo no puedo decir, soy yo. Para eso vine.
Qué tiempos son estos
Hay un lugar entre dos filas de árboles donde la hierba crece cuesta arriba
y el viejo camino revolucionario se divide entre sombras
cerca de un templo abandonado por los perseguidos
que desparecieron entre esas sombras.
He caminado por allí juntando hongos al borde del terror, pero no se dejen engañar
este no es un poema ruso, este no es ningún otro lugar sino aquí,
nuestro país acercándose a su propia verdad y a su terror,
sus propios modos de hacer que la gente desaparezca.
No voy a decirles dónde queda el lugar, la oscura red de los bosques
enfrentado a una anónima franja de luz—
encrucijadas fantasmales, paraíso mohoso:
ya sé quien quiere comprarlo, venderlo, hacerlo desaparecer.
Y no les diré donde está, entonces ¿para qué les cuento
nada? Porque aún escuchan, porque en tiempos como estos
para que escuchen algo, es necesario
hablar de árboles.
Adrienne Rich, Baltimore, 1929 – Santa Mónica, 2012
Versión © Silvia Camerotto
imagen de Kaveh H. Steppenwolf©, en Uno de los nuestros

In a Classroom
Talking of poetry, hauling the books 

arm-full to the table where the heads 
bend or gaze upward, listening, reading aloud, 
talking of consonants, elision, 
caught in the how, oblivious of why: 
I look in your face, Jude, 
neither frowning nor nodding, 
opaque in the slant of dust-motes over the table: 
a presence like a stone, if a stone were thinking 
What I cannot say, is me. For that I came.

What Kind of Times Are These

There’s a place between two stands of trees where the grass grows uphill
and the old revolutionary road breaks off into shadows
near a meeting-house abandoned by the persecuted
who disappeared into those shadows.
I’ve walked there picking mushrooms at the edge of dread, but don’t be fooled
this isn’t a Russian poem, this is not somewhere else but here,
our country moving closer to its own truth and dread,
its own ways of making people disappear.
I won’t tell you where the place is, the dark mesh of the woods
meeting the unmarked strip of light—
ghost-ridden crossroads, leafmold paradise:
I know already who wants to buy it, sell it, make it disappear.
And I won’t tell you where it is, so why do I tell you
anything? Because you still listen, because in times like these
to have you listen at all, it’s necessary
to talk about trees.

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adrienne rich. en aquellos años

En aquellos años

En aquellos años, dirán las gentes, perdimos el rastro
del significado de nosotros, de ustedes
hasta encontrarnos
reducidos a yo
y todo ese asunto se tornó
estúpido, irónico, terrible:
intentábamos vivir una vida personal
y, cierto, aquella fue la única vida
de la que podemos dar testimonio

Pero los grandes pájaros oscuros de la historia gritaron y se sumergieron
en nuestro clima personal
Fueron decapitados en alguna parte pero sus picos y alas se movieron
a lo largo de la costa, a través de los jirones de niebla
donde permanecíamos, diciendo yo

1991

In those years

In those years, people will say, we lost track
of the meaning of
we, of you
we found ourselves
reduced to
I
and the whole thing became
silly,ironic, terrible:
we were trying to live a personal life
we could bear witness to

But the great dark birds of history screamed and plunged
into our personal weather
They were headed somewhere else but their beaks and pinions drove
along the shore, through the rags of fog
where we stood, saying
I

Inocencia: 1945

«Lo bello del asunto fue la culpa.
Entró en nosotros, rápida ginebra,
bifurcada lengua de hielo. La culpa
nos hizo de nuevo inocentes.
Nada hicimos mientras algunas
medidas extremas eran tomadas. Fuimos a la deriva. En el
inmenso salón de baile de la Reina de las Nieves había soñado
con el universo y un nuevo par de patines.
Pero también habíamos sufrido.
El milagro fue: nada
sentíamos. Sentíamos que nada habíamos
hecho. Nada que hacer. Nos sentíamos libres.
Y habíamos sufrido también.
Era la libertad que anhelábamos,
fría aguja en la corriente sanguínea.
Después de todo la culpa era un sentimiento.»

1993

Innocence: 1945

«The beauty of it was the guilt.
It entered us, quick schnapps,
forked tongue of ice. The guilt
made us feel innocent again.
We had done nothing while some
extreme measures were taken. We drifted. In the
Snow Queen’s huge ballroom had dreamed
of the whole world and a new pair of skates.
But we had suffered too.
The miracle was: felt
nothing. Felt we had done
nothing. Nothing to do. Felt free.
And we had suffered, too.
It was the freedom we craved,
cold needle in the bloodstream.
Guilt after all was a feeling.»

Adrienne Rich, Baltimore, 1929
en Oscuros campos de la República, Adrienne Rich, Poemas 1991-1995, Traducción de Jorge Yglesias, Editorial Norma, Bogotá, 1999
imagen: s/d

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adrienne rich. sueño que soy la muerte de orfeo

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adrienne rich, baltimore 1929

sueño que soy la muerte de orfeo
camino rápidamente a través de las estrías de luz y sombra
que arroja una arcada.
soy una mujer en la plenitud de la vida, con ciertos poderes
y estos poderes limitados severamente
por autoridades a las que pocas veces veo el rostro.
soy una mujer en la plenitud de la vida
que conduce a su poeta muerto en un Rolls-Royce negro
por un paisaje de crepúsculo y espinas.
Una mujer con una cierta misión
que la dejará intacta si se obedece al pie de la letra.
Una mujer con los nervios de una pantera
una mujer con contactos entre los Ángeles del Infierno
una mujer que siente la grandeza de sus poderes
en el preciso momento en que no debe usarlos
una mujer comprometida con la lucidez
que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes
de estas calles subterráneas
a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el viento,
por el lado equivocado del espejo.

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geografías…

Sé que estás leyendo este poema
tarde, antes de dejar tu oficina
de la única lámpara amarillo intenso
y la ventana que se va oscureciendo
en la lasitud de un edificio
fundido al silencio
mucho después de la hora pico.
Sé que estás leyendo este poema
parada en una librería lejos del océano
oen un día gris del principio de la primavera,
débiles copos arrastrados por los enormes espacios
de las planicies a tu alrededor.
Sé que estás leyendo este poema
en una habitación donde demasiado ha sucedido
como para que lo soportes
donde las sábanas se enroscan estancadas en la cama
y la valija abierta habla de huida
pero todavía no podés irte.
Sé que estás leyendo este poema
mientras el subterráneo pierde velocidad
y antes de subir corriendo las escaleras
hacia una nueva clase de amor
que tu vida nunca permitió.
Sé que estás leyendo este poema
a la luzde la pantalla del televisor
donde imágenes sin sonido se sacuden y deslizan
mientras esperás el noticiero de la intifada.
Sé que estás leyendo este poema
en una sala de espera
de ojos encontrados y que no se encuentran,
de identidad con extraños.
Sé que estás leyendo este poema con luz fluorescente
en el aburrimiento y la fatiga de jóvenes contados,
que se descuentan a sí mismos, a una edad demasiado temprana.
Sé que estás leyendo este poema con tu vista debilitada,
los gruesos lentes agrandando estas letras más allá de todo significado
y sin embargo seguís leyendo
porque hasta el alfabeto es precioso.
Sé que estás leyendo este poema caminando por la cocina
calentando leche, un bebé llorando sobre tu hombro,
un libro en tu mano
porque la vida es corta y vos también tenés sed.
Sé que estás leyendo este poema que no está en tu idioma
adivinando algunas palabras mientras otras te hacen seguir leyendo
y quiero saber cuáles son esas palabras.
Sé que estás leyendo este poema escuchando,
desgarrada entre la amargura y la esperanza
volviendo una vez más a la tarea que no podés rehuir.
Sé que estás leyendo este poema
porque ya no queda otra cosa que leer
ahí donde aterrizaste, desnuda como estás.
Adrianne Rich, XII -Dedicatorias

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