sobre el inminente futuro
si no el caos, ¿qué otra cosa puede reemplazar esta
repetición de cosas? Mitos que nos forjan, cíclopes que se alzan
en forma de tiranos, revoluciones reducidas a cenizas…
Ah, pero lo que presiento acaso nos libere…
El preciso francotirador de Stalingrado, ciudad demolida a cañonazos,
cuyo nombre detesto, pero en la que se erige lo nuevo, el
fusil de la resistencia en alto.
En cuanto a mí… Acaso los sueños resuelvan
nuestro problema y nuestra angustia.
Nos liberaremos de las formas.
Y otro arte entreveo, de figuras superpuestas en un orden
aparente, enormes frisos sobre templos aztecas,
una creación, esto es, un caos de nacimiento,
como los confusos movimientos de una criatura recién parida.
Y desde allí, y desde allí… ¡nacerán de nuevo formas, universos!
¡Malditas, repetidas, incansables formas!